Pastizales de la región chocholteca del norte de Oaxaca

En la región norte de Oaxaca se desarrolla una de las comunidades vegetales más sorprendentes, desconocidas y amenazadas de México. Se trata de un conjunto de pastizales con características que los hacen no sólo interesantes, sino muy importantes:
En primer lugar, se trata de ecosistemas antiquísmos. Probablemente se originaron hace varios millones de años sobre grandes depósitos de ceniza volcánica petrificada. Estas comunidades existen gracias a que estos depósitos apenas están cubiertos por unos pocos centímetros de suelo. A juzgar por la enorme cantidad de fósiles que hay en la región, por esas lomas pastaban grandes manadas de bisontes, mamuts, mastodontes, camellos y dos especies de caballos americanos, entre otros grandes herbívoros. Estos animales se extinguieron hace 10 mil años, pero los pastizales subsisten.
En segundo lugar, tienen especies únicas que sólo se encuentran en ellos. Estos pastizales tienen afinidades con los grandes pastizales de Norteamérica, pero están muy aislados. Por ello, y gracias a su larga historia evolutiva, hay algunas especies que sólo se encuentran en este pequeño rincón del mundo.También crecen aquí varias especies en peligro de extinción.
En tercer lugar, son sumamente diversos. En estos pastizales se encuentran cientos de especies diferentes. Además, aquí se encuentra uno de los récords mundiales de diversidad con 25 especies por decímetro cuadrado. Por si fuera poco, hay en la zona diferentes tipos de pastizal que comparten relativamente pocas especies. Al menos se pueden reconocer tres tipos característicos:
(1) Pastizal de navajita (Bouteloua). Se encuentra hacia el norte y el oeste, sobre depósitos de ceniza volcánica bien consolidada conocida localmente como "cantera". Son pastizales de corta estatura (2-4 cm) y gran antigüedad. En ellos hay al menos dos especies únicas: la biznaga Mammillaria hernandezii y la siempreviva Sedum oteroi. La mayor parte de esta comunidad se encuentra en el municipio de Concepción Buenavista, pero hay pequeños fragmentos en Ihuitlán, Tlacotepec y Tepelmeme.
(2) Pastizal de pasto tres barbas (Aristida). Es el de mayor extensión en la zona, y crece sobre ceniza suave y fácil de desbaratar llamada localmente tierra blanca. Se desarrolla primordialmente en las grandes lomas en que confluyen los municipios de Tepelmeme, Ihuitlán, Tlapiltepec y Tequixtepec, aunque hay pequeños fragmentos en Tlacotepec, Concepción Buenavista y Magdalena Jicotlán. Las plantas que componen este pastizal son comparativamente grandes (20-30 cm). Esta comunidad biológica ha sido alterada desde hace miles de años por la agricultura, por lo que, en opinión de Jerzy Rzedowski, ya no es igual al pastizal que le dio origen. A pesar de ello es muy diversa y mantiene especies en peligro de extinción como las biznagas Mammillaria zephyranthoides y Mammillaria kraehenbuehlii, que sólo crecen aquí y en Hidalgo-Guanajuato.
(3) Sabanas de encino. En las porciones altas de las sierras que cierran el valle por el oeste hay un tipo de pastizal parecido al de navajita, pero un tanto diferente gracias a que está unos 300 m más alto que el valle. Se caracteriza además por la presencia de numerosos individuos del encino chaparro (Quercus deserticola).Esta comunidad se encuentra predominantemente en tierras de Ihuitlán, Tlacotepec y Teopan.
A pesar de su extraordinario valor biológico, estos pastizales son generalmente ignorados por propios y extraños. Lo más grave es la velocidad con la que están siendo destruidos. Gracias a la percepción errónea de que los pastizales son sistemas que no son naturales, degradados y sin valor, y que los bosques son los ecosistemas originales y valiosos, miles de hectáreas del pastizal chocholteco han sido destruidas para sembrar pinos. less ↑